TDAH Y RELACIONES SOCIALES
Como ya sabréis si conocéis el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad o leéis nuestro blog, los síntomas nucleares del TDAH son la impulsividad, inatención e hiperactividad. La sintomatología asociada al trastorno hace que nuestras relaciones sociales puedan deteriorarse. Por ello, hoy, queremos hablaros de las relaciones sociales en TDAH y qué problemáticas solemos encontrar.
Las personas
con TDAH viven dificultades relacionadas con la interacción social a diario. La
búsqueda de aceptación, el juicio de los demás, nuestra autoestima y nuestras
habilidades sociales acaban incidiendo en nuestra forma de relacionarnos con el
mundo y en cómo el mundo se relaciona con nosotros, ya que hemos de tener en
cuenta que, en salud mental, aun nos enfrentamos a cantidad de mitos que
terminan haciéndose hueco en nuestro día a día y empeorando nuestras relaciones
con el mundo que nos rodea.
Las principales dificultades
Como
decíamos al inicio del artículo, la sintomatología del trastorno influye en
nuestra interacción con los demás. En este sentido, con los iguales (es decir
otras personas de nuestra edad) encontramos que las conductas impulsivas o
desorganizadas terminan influyendo en nuestras relaciones: no esperamos nuestro
turno para jugar, interrumpimos, actuamos de manera impulsiva ante cualquier
estímulo… Está claro que en este sentido, no debemos, jamás, culpabilizar a la
persona que tiene estas conductas.
En cuanto a
nuestra relación con la familia, profesores, jefes, etc. Este tipo de conductas
también inciden en la misma. En este sentido, además, nos encontramos con el
clima de estrés familiar que puede generar la inseguridad en cuanto a
información sobre TDAH que recibimos (todos conocemos la problemática en cuanto
a la cantidad de información falsa y sin fiabilidad científica que encontramos,
pero también cómo puede ser de difícil, en ocasiones, acceder a los
profesionales para familias que no tienen tantos recursos) y que van a hacer
las relaciones y comunicación familiar más difíciles. En cuanto al profesorado,
el clima en el centro educativo suele variar, pero, en la mayoría de casos nos
encontramos con aulas demasiado grandes y poca información sobre salud mental,
lo que también puede provocar problemas.
Es normal
que si tenemos TDAH las tengamos, formarán parte de nuestro día a día y hemos
de saber regularlas, pero ¿cómo?
La comunicación familiar, el primer paso.
Las
consecuencias de las malas relaciones sociales tanto con sus iguales como con
otras personas con las que interactúan en su día a día, pueden ir desde
problemas de autoestima hasta acoso escolar. En este sentido, creemos que
tratar de generar un clima de confianza en casa es fundamental para que podamos
prevenir posibles problemáticas que puedan ir surgiendo. Hemos de intentar ser
lo más democráticos posible, tener en cuenta su opinión y ofrecerles un espacio
libre de juicios en el que puedan contarnos cómo ha ido su día y cuáles son sus
principales preocupaciones. Sabemos que planteamos algo que, en el día a día
familiar, puede resultar utópico. Pero se trata de que seamos capaces de
evaluar qué cosas podemos cambiar para generar ese clima de tolerancia que les
permitirá sentirse cómodos con nosotros y contarnos si algo va mal.
Entrenamiento en habilidades sociales
Cuando
hablamos de habilidades sociales nos referimos a aquel grupo de capacidades que
nos ayudan a relacionarnos con los demás. Las aprendemos y desarrollarnos de
manera natural, sin embargo, es bueno entrenarlas ya que su desarrollo no tiene
por qué ser siempre el más óptimo (depende de nuestras experiencias y
aprendizajes, así como de la existencia de otros factores, como es el caso del
TDAH).
Finalmente,
existen programas de entrenamiento de habilidades sociales, realizados desde
asociaciones, universidades, centros educativos o centros de salud. En estos
intentamos entrenarles para que, poco a poco, puedan mejorar su autoestima y
adquirir aquellas competencias que necesitan para mejorar su calidad de vida
social.
Ya sabemos
que nosotros, podemos ayudarles a mejorar sus habilidades sociales. Sin
embargo, esta no es la única solución. En nuestra interacción con las personas que
nos rodean no solo influye nuestra competencia social: también las de los
demás. La mayoría de nosotros necesita mejorar habilidades sociales, tengamos o
no TDAH y es algo que no solemos trabajar de manera adecuada. Por otro lado,
las dificultades en las relaciones de las personas con TDAH a menudo tienen más
que ver con el estigma social existente que con ellos mismos. Y la eliminación
de estigma y concienciación social en cuanto a salud mental es una lucha larga
y tediosa. El rechazo social en salud mental hace un daño del que debemos ser
conscientes y, del que la sociedad, en general, es responsable. Por ello no
queríamos terminar este artículo sin dejar claro que, sí, necesitamos ayudarles
con sus habilidades sociales, pero recordar que el rechazo social hacia las
personas con TDAH, los mitos que solemos difundir y las falsas creencias sobre
el trastorno agravan el problema y es nuestra responsabilidad cambiarlo.
Conclusión
Vemos que
las habilidades sociales son muy importantes,
más aun en relación con nuestra interacción con las demás personas, sin
embargo en el caso del tdah , esto se presenta con dificultad por el mismo mal
que aqueja a estas personas, lo que les impide tener una buena relacion social
con los demás, por eso debe mejorase este aspecto para poder hacerlo con
normalidad.
Autor
Pedro Vallejo
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