LA PERSONALIDAD DEL NIÑO CON TDAH

 




La personalidad del niño con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un tema de interés para la comunidad académica y profesional. El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por la presencia de síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad que afectan el desempeño del niño en diferentes ámbitos de su vida (American Psychiatric Association, 2013). La personalidad del niño con TDAH se ve influenciada por varios factores, incluyendo la genética, el ambiente familiar y escolar, y la interacción entre estos factores.
La personalidad se define como un conjunto de patrones de pensamiento, sentimiento y comportamiento que caracterizan a un individuo y lo diferencian de los demás (McCrae & Costa, 1999). La personalidad del niño con TDAH puede ser diferente de la de un niño sin este trastorno, aunque estos rasgos no son necesariamente exclusivos del TDAH (Barkley, 2014).

Rasgos de personalidad del niño con tdah

Uno de los rasgos de personalidad que se ha asociado con el TDAH es la impulsividad. Los niños con TDAH tienden a actuar sin pensar en las consecuencias de sus acciones, lo que puede llevar a comportamientos riesgosos y a problemas en su relación con los demás. Además, pueden tener dificultades para regular sus emociones, lo que también puede contribuir a la impulsividad (Barkley, 2014). La impulsividad puede manifestarse en diferentes situaciones, como en la escuela, en el hogar y en las relaciones sociales. Por ejemplo, los niños con TDAH pueden interrumpir a los demás durante las conversaciones, tener dificultades para esperar su turno en los juegos y tener dificultades para seguir las normas y reglas establecidas (Barkley, 2014).

Otro rasgo de personalidad que se ha relacionado con el TDAH es la baja tolerancia a la frustración. Los niños con TDAH pueden tener dificultades para aceptar la demora en la obtención de recompensas o para enfrentar situaciones problemáticas que requieren de una resolución compleja. Esto puede llevar a comportamientos agresivos o a una sensación de abandono ante la dificultad (Antshel et al., 2014). La baja tolerancia a la frustración puede afectar el desempeño escolar del niño con TDAH, ya que puede llevar a la evitación de tareas difíciles o a la búsqueda de gratificación inmediata en lugar de trabajar en una tarea a largo plazo.

Autoestima en el niño con Tdah

La autoestima también es un aspecto importante de la personalidad del niño con TDAH. Algunos estudios han encontrado que los niños con TDAH pueden tener una autoestima más baja que los niños sin este trastorno, lo cual podría estar relacionado con las dificultades que experimentan en el desempeño de tareas académicas y sociales (Barkley, 2014). La baja autoestima puede afectar el desarrollo del niño con TDAH y su capacidad para relacionarse con los demás. Los niños con TDAH pueden tener dificultades para establecer y mantener amistades saludables debido a su impulsividad y su tendencia a interrumpir a los demás durante las conversaciones. Además, pueden tener dificultades para establecer una relación positiva con su entorno escolar y familiar debido a su comportamiento impulsivo e inquieto (Barkley, 2014).

Por otro lado, se ha sugerido que los niños con TDAH pueden presentar una mayor creatividad y una mayor capacidad para pensar fuera de lo convencional, lo que podría ser una ventaja en algunos contextos (Fuermaier et al., 2018). La creatividad puede ser un aspecto importante de la personalidad del niño con TDAH, ya que puede ayudarles a encontrar soluciones innovadoras a los problemas ya adaptarse a situaciones nuevas y cambiantes. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la creatividad no es exclusiva del TDAH y que muchos niños sin este trastorno también pueden ser muy creativos.



Es importante señalar que estos rasgos de personalidad no son exclusivos del TDAH y que pueden variar entre los niños con este trastorno. Además, otros factores como el género, la edad y la comorbilidad con otros trastornos pueden influir en la personalidad del niño con TDAH (Antshel et al., 2014). Por ejemplo, se ha encontrado que los niños con TDAH y comorbilidad con trastornos del estado de ánimo tienen más probabilidades de presentar síntomas de ansiedad y depresión que los niños con TDAH sin comorbilidad (Wang et al., 2018).

Es fundamental tener en cuenta que la personalidad del niño con TDAH no es una sentencia definitiva y que puede ser modificada a través de diferentes intervenciones. El tratamiento del TDAH, que incluye tanto el uso de medicamentos como la terapia conductual, puede ayudar a mejorar los síntomas del trastorno y a aumentar la capacidad del niño para regular su comportamiento y emociones (Polanczyk et al., 2007).

Además, la educación y el apoyo emocional y social son igualmente importantes para el desarrollo de la personalidad del niño con TDAH. La implementación de estrategias escolares y familiares que fomenten la autorregulación, la tolerancia a la frustración y la autoestima, pueden ser beneficiosas para el niño con TDAH y contribuir a su desarrollo personal y social (Barkley, 2014).

Terapia cognitivo conductual en tdah

La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una forma de terapia que ha demostrado ser efectiva para el tratamiento del TDAH y puede ayudar a mejorar la personalidad del niño con este trastorno. La TCC se enfoca en identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento disfuncionales que pueden estar contribuyendo a los síntomas del TDAH. Por ejemplo, la TCC puede ayudar al niño a identificar y desafiar los pensamientos negativos acerca de sí mismo y a desarrollar estrategias para mejorar su autoestima. Además, la TCC puede ayudar al niño a desarrollar habilidades para regular sus emociones y comportamiento impulsivo, lo que puede mejorar su relación con los demás y su habilidad para cumplir con las tareas escolares y cotidianas (Sonuga-Barke et al., 2013).



Terapia ocupacional

Otro enfoque terapéutico que puede ser beneficioso para el niño con TDAH es la terapia ocupacional. La terapia ocupacional se enfoca en ayudar al niño a desarrollar habilidades para realizar las actividades cotidianas de manera efectiva y satisfactoria. Los terapeutas ocupacionales pueden trabajar con el niño para desarrollar habilidades de autorregulación y de organización, lo que puede mejorar su capacidad para cumplir con las tareas escolares y cotidianas. Además, la terapia ocupacional puede ayudar al niño a desarrollar habilidades sociales y de comunicación, lo que puede mejorar su relación con los demás (American Occupational Therapy Association, 2014).

La intervención temprana es fundamental para el manejo del TDAH y para la prevención de problemas de personalidad. Los niños que reciben tratamiento temprano tienen más probabilidades de desarrollar habilidades de autorregulación y de comportamiento efectivo, lo que puede mejorar su capacidad para cumplir con las tareas escolares y cotidianas y para establecer relaciones saludables con los demás (Sonuga-Barke et al., 2013).

conclusión,

la personalidad del niño con TDAH se ve influenciada por varios factores, incluyendo la genética, el ambiente familiar y escolar, y la interacción entre estos factores. Los niños con TDAH pueden presentar rasgos de personalidad diferentes a los de niños sin este trastorno, como la impulsividad, la baja tolerancia a la frustración y la posible autoestima baja. Sin embargo, también se ha sugerido que los niños con TDAH pueden tener una mayor creatividad y capacidad para pensar fuera de lo convencional. Es importante tener en cuenta que la personalidad del niño con TDAH no es una sentencia definitiva y que puede ser modificada a través de diferentes intervenciones, como el tratamiento del TDAH, la educación y el apoyo emocional y social.


Autor

Pedro Vallejo

@mtcharun

Sesiones y consultas

Dra. María Teresa Charún
Psicóloga Clínica Educativa
Máster en Salud y Bienestar Comunitario
Universidad Autónoma de Barcelona - España

Mis estudios y experiencia



Contacto

Celular 950 986 309
E-mail: unifam2013@gmail.com




Comentarios

Entradas populares