LA IMPORTANCIA DE LA EPIGENETICA EN EL TDAH
Afortunadamente, la ciencia y en concreto la neurología y la genética, cada vez saben más del funcionamiento y manejo del TDAH. El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad es un síndrome conductual con claras bases neurobiológicas y un fuerte componente genético.
Un TDAH no
tratado o infratratado se asocia a largo plazo con una amplia gama de
resultados adversos y trastornos mórbidos. De ahí que se diga que el TDAH es un
problema de salud pública ya que tiene una elevada prevalencia, estimada, según
las fuentes epidemiológicas, entre un 3 y un 7% de la población escolar
(DSM-IV-TR, 2001). Por otra parte, es un trastorno más frecuente en varones que
en mujeres, con rangos que oscilan entre 2,5:1 a 5,6:1.
El curso del
trastorno es crónico y requiere tratamiento a largo plazo, con el
correspondiente coste social pues no siempre los tratamientos son efectivos
llegando en algunos casos a inducir respuestas adversas que aceleran el
deterioro. De ahí que desde hace ya algunos años se hayan utilizado
herramientas de valoración genómica, que permiten acceder a tratamientos y
estrategias de soporte personalizadas, garantizando una mejor respuesta y por
tanto una menor tasa de complicaciones.
¿Por qué un estudio genético?
Porque con
el análisis genómico podemos reconocer que no todos los casos, aun teniendo el
mismo diagnóstico clínico, pueden ser tratados de la misma manera. Existen
casos muy diferentes a nivel biológico aunque tienen el mismo diagnóstico
clínico. Al reconocer esta individualidad, en Genomic Genetics Internacional somos
capaces de diseñar estrategias de recuperación efectivas y seguras que ante
todo garanticen una mejor calidad de vida no sólo al enfermo, sino también a la
familia.
¿Qué aporta el análisis genómico?
El análisis
genético es un paso esencial pues está demostrado que los factores
genéticos son esenciales en el origen de estos trastornos. Pero la clave para
entender por qué en unos casos aparece el TDAH y en otros no,
aún con unos factores genéticos similares, está en la epigenética: factores que
estando fuera de la cadena de ADN determinan la forma en que se expresan los
genes en función de las influencias externas o ambientales.
Es
fundamental considerar el potencial de respuesta que muestra cada caso frente
al efecto de los factores no genéticos o ambientales, donde la capacidad de
asimilación particular de cada nutriente, vitamina o fármaco y los diferentes
grados de respuesta ante los agentes tóxicos tienen un papel esencial. Aunque
existen diversos protocolos para mejorar la calidad de vida de los niños
con Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad, la
verdad es que no todos resultan efectivos y lo que es peor, algunos hasta
resultan perjudiciales. La razón para entender el fracaso de muchos de estos
protocolos está precisamente en no saber reconocer estas peculiaridades
biológicas que están genéticamente determinadas.
¿En qué consiste la prueba?
La prueba es
muy sencilla ya que consiste en un rápido test a través de la saliva o, si no
fuera suficiente, a través de un análisis de sangre. Se analiza el problema
bajo la perspectiva de la interacción entre el genoma, el epigenoma y los
factores ambientales. Así, además de obtener un diagnóstico, este análisis
permite obtener las claves para diseñar un tratamiento personalizado. Existen numerosos casos en los que se
ha detectado que el problema se encontraba en la capacidad del cuerpo
para eliminar los metales
neurotóxicos y no en su consumo en sí, permitiendo llevar una vida
normal y centrándose en la eliminación
de toxinas que el cuerpo no realiza con normalidad.
Por otro
lado, el análisis permite estudiar la capacidad del organismo para asimilar
correctamente vitaminas tan esenciales para el buen desarrollo del
sistema nervioso como el ácido fólico. Alrededor de un 30% de casos no puede
utilizar esta vitamina en su forma habitual siendo necesario que la tome en una
forma química especial para que cumpla su función en el organismo. Reconocer
esta peculiaridad aún en fases prenatales puede ser clave para evitar desde
serias malformaciones del sistema nervioso que pueden llevar a la parálisis
cerebral, hasta problemas como el autismo o el TDA/H.
En función
de estos resultados se establece un plan de actuación individualizado, desde la
suplementación hasta la alimentación y el tipo de medicamento que resulta
específico y seguro en cada caso. El análisis de todas estas vías supone las
bases de este programa de medicina genómica y permite diseñar
estrategias de recuperación más seguras y eficaces que permitan mejorar la
calidad de vida de los pacientes y de sus familias.
CONCLUSION
En
definitiva, este análisis genómico permite valorar cuál sería la conducta
terapéutica para cada niño con TDAH y obtener así mejores
resultados. Les ayuda en su recuperación y rehabilitación y, sobre todo, les
permite tener una mayor calidad de vida.
Autor
Pedro Vallejo
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